Por Ivette Estrada
¿Cómo será el regreso a la nueva normalidad, que cambios se instauraron para siempre en nuestra manera de interactuar, trabajar y amar?, ¿cuáles patrones aprendidos a raíz del Covid-19 persistirán y en qué momento podremos decir que regresamos a la vida pre Covid-19?
Algunas encuestas nos permiten inferir el futuro y así, logramos trazar cómo será el nuevo consumidor. Los primeros datos procedentes de la firma trasnacional Nielsen reflejan cierta nostalgia.
Así, el 71% de los consumidores espera volver a comprar las mismas marcas que hicieron antes de la pandemia mientras el 64% planea volver a los mismos canales de compra que usaron antes del brote.
Sin embargo, el 64% de las empresas locales son optimistas. Los adultos comprarán más a las empresas de sus colonias o barrios, el 59% adquirirá más productos de fabricación local y el 50% frecuentará más restaurantes de su zona. La localización geográfica adquiere un nuevo estatus en la conveniencia rumbo al semáforo verde.
Otra tendencia tiene que ver con la digitalización de las compras. El 28% de los consumidores ahora gasta más en línea. Abarca al 37% de los grupos de ingresos altos y más educados, pero también de las generaciones más jóvenes. Es previsible que esta tendencia se disemine a otros grupos socioeconómicos y de mayores edades en relativamente poco tiempo.
Entre las principales categorías de productos que se adquieren en línea sobresalen ahora los paquetes de comidas (37%), tecnologías de fitness en el hogar (35%), productos relacionados con la relajación (34%), servicios de belleza (33%), alcohol (33%) y productos de belleza (32%).
Los proveedores en línea ahora hacen todo lo posible para ofrecer experiencias que sorprendan y deleiten a sus clientes para que el gasto post-pandemia no decaiga.
Más allá de esto, los niveles de compra post-pandemia esperados de algunas otras categorías también ven cambios notables desde mediados de abril. Los aumentos previstos en los gasto en línea en alimentos saludables, ropa, artículos de cuidado personal y comida para picar y comida chatarra se han amplificado. En cuestión de una semana, las expectativas de compra post-pandémica de estas categorías aumentaron significativamente.
Al mismo tiempo, se muestra un aumento del 7% entre los consumidores que planean gastar más en compras en línea de artículos de cuidado personal y aperitivos y comida chatarra una vez que el semáforo esté en verde. Los niveles de compra en línea después de la pandemia esperados de bebidas no alcohólicas, comidas preparadas y alcohol también aumentarán.
Más allá de esto podemos asegurar que el omnicanal llegó para quedarse y que el consumidor del semáforo verde se ha vuelto más selectivo, exigente y enterado. Al provenir de un mercado altamente recesivo, exigirá más a empresas y marcas. De ahí la importancia de incrementar el servicio como parte sustancial de los bienes sean presenciales o en línea.