Marcelo y Monreal en esas andan. Antes sólo uno gobernó a los 65.
Arturo Ríos Ruiz
Este 2023, camina veloz, es el año en que quedará resuelta la sucesión presidencial, a partir de la mitad el ciclo habrá luces más claras de quién será el remplazo. Pero a ello antecederá una lucha encarnizada que ya se inicia, por hoy en la promoción de los aspirantes que aumentará conforme el deslizar de los meses. La jauría está alebrestada.
En este momento los más claros aspirantes son los del partido en el poder, Morena: con Claudia y Adán, como los preferidos del dedo censor y Marcelo y Monreal, en apariencia de relleno.
Las características de los consentidos es su debilidad, sumisos, entregados con ceguedad, maleable, inexpertos y fáciles para cumplir con lo que prefiere el inquilino de Palacio que es obediencia ciega.
Marcelo y Monreal representan un riesgo para el Presidente, son más inteligentes, más políticos, mucha cancha en las lides de la “Grilla” que no están en el proyecto del mero mero, simplemente porque son mejores que él y ello no le conviene. Le darían la vuelta en el caso de sucederlo y lo mandarían con sus tiliches a su rancho de Macuspana si le iría bien.
Con toda intención a lo largo de los casi cinco años, AMLO tejió su estrategia que enmarca hasta este momento que es la sucesión de su mandato con dos aristas, una, la principal, medir las posibilidades de reelegirse y la otra, imponer al relevo conveniente para mangonearlos a su antojo: Sheinbaum y Adán que están como anillo al dedo.
Insistimos: Marcelo y Monreal son pareja política y el primero busca la Presidencia en su último tren, en el 24 contará con 64 años y para el 2030, serían 70 y muy difícil repetir a la altura de Lula Da Silva de Brasil que repitió a los 77. Claro, no hay nada escrito.
Monreal, otra vez repetimos; en realidad quiere la ciudad de México como escalón con 63 años, aunque tendría un problema similar al de su comparsa político. AMLO es el presidente que reinauguró a los sesentones en el poder en la historia del país, en 2018 tenía 65 años de edad.
En la historia, sólo un presidente llegó después de los 60 fue José Ignacio Pavón de 69 años de edad quien tiene el récord, quien gobernó, si así puede decirse, solamente un día. Este suceso histórico ocurrió del 13 al 14 de agosto de 1860.
Lo cierto es que no importa que la nueva etapa esté con los mayores de 60 años, se entiende que se está plena madurez, sensatez y visión producto de la experiencia. Aunque con el actual mandatario no calzan esos conceptos.
Es buena oportunidad para recordar un pasaje histórico, Miguel Miramón fue presidente de México a los 27 años de edad en 1859 y un año después, fue expulsado tras la derrota militar del general Jesús González Ortega y se acabó.
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