El Viernes Santo es un día de celebración que para los católicos también implica el cumplimiento de un ayuno eclesiástico que supone abstenerse de carne, consumir sólo líquidos o hacer una comida al día, siendo permitidos los derivados de la leche, huevos y productos de grasa animal.
Para los miembros de la Iglesia de rito latino, las normas son obligatorias desde la edad de 18 años hasta los 59. Cuando se ayuna durante la semana santa, se le permite a la persona comer una comida completa. Así como dos comidas más pequeñas que juntas no equivalgan a una comida completa. Las normas sobre la abstinencia de carne son vinculantes para los miembros de la iglesia católica de rito latino desde los 14 años en adelante.
Si es posible, el ayuno del Viernes Santo se continúa hasta la la noche del Sábado Santo. Como el “ayuno pascual” para honrar el sufrimiento y la muerte del Señor Jesús y prepararnos para compartir más plenamente y celebrar más apropiadamente su Resurrección.
¿Quiénes no ayunan?

Además de los excluidos por la edad, no deben guardar ayuno aquellas personas con problemas mentales, enfermas, mujeres en gestación o que dan de lactar, obreros de acuerdo a su necesidad, invitados a comidas que no pueden excusarse sin ofender gravemente u otras situaciones morales o imposibilidad física de mantener el ayuno.
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