Bartlet defiende y menciona que la empresa productiva del Estado tiene un “menor beneficio” en comparación de los privados.
Defiende Bartlet la reforma del Presidente Andres Manuel Lopez Obrador así lo dijo esta mañana en conferencia.
“Ha habido una campaña verdaderamente brutal en contra del trabajo del presidente de la República en el área energética, desde el inicio del gobierno comenzó el ataque, sabiendo que el presidente estaba a favor de la defensa de las empresas energéticas del país por su importancia y trascendencia en la soberanía nacional, en la seguridad energética de México ”. Indicó

También dijo que desde que inició el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se implementó una serie de agresiones “verdaderamente brutal” y que en los últimos días “se ha recrudecido” diciendo una serie de mentiras.
Precisó que la CFE paga 215 mil millones de pesos por no despachar la energía y además por comprar la energía a un privado se pierden 222 mil millones de pesos más.
¿Qué establece La Reforma Eléctrica?
Con la reforma se establece un cambio en el esquema con el cual la energía eléctrica que se usa en el país se compra por medio de subastas, en las que se elige la mejor oferta, la opción más barata.
En esas subastas, desde la reforma energética de 2013, participan generadores privados, e incluso puede hacerlo la propia CFE.
Lo que se cambia con la reforma es que la CFE ya no esté obligada a comprar por medio de subastas la electricidad que luego ‘vende’ o hace llegar a los consumidores.
En cambio, que tenga la libertad de comprar directamente la opción que le parezca, sin subastas de por medio, incluyendo a su propias unidades de generación.
“Las subastas son una perversa maquinación ideada con el único propósito de garantizar la rentabilidad de las inversiones de los generadores privados en detrimento de la CFE”, dice el texto.
“Los contratos correspondientes tienen una vigencia de 20 años, los precios no están sujetos a las variaciones del mercado, se relega la generación proveniente de las centrales eléctricas de la CFE y, por si ello fuera poco, se aprovecha de la infraestructura de la CFE”.
En el mismo sentido, la reforma establece un criterio de preferencia para despachar o ‘inyectar’ la energía a la red eléctrica, en el que la primera opción sea la energía hidroeléctrica, un tipo de energía donde la mayoría de las plantas son de CFE.
“Las energías limpias también es la hídrica, y nadie menciona que estamos potencializando y dándole prioridad a la energía hidráulica, que es constante, que esa no es intermitente”, mencionó la secretaría de Energía, Rocío Nahle, en una entrevista con Joaquín López Dóriga.
Sin embargo, sobre este punto, en el parlamento abierto sobre esta reforma eléctrica se señaló que la energía hidráulica también tiene ciclos, por lo que no podría cubrir gran parte de la demanda y se daría más espacio entonces a la generación con combustibles fósiles (gas, carbón, combustóleo), que son los más contaminantes y son los que aparecen en segundo lugar de prioridad en la reforma, además de la energía geotérmica y nuclear.
“Lo que se propone en la iniciativa es, primero, darle prioridad a las hidroeléctricas. Pero recordemos que los embalses en México no tienen la capacidad para generar energía durante todo el año, porque sabemos que continuamente se agotaría el agua y, sobre todo, en los meses secos”, dijo Ricardo Rubén Cruz Salinas, de la organización Iniciativa Climática de México.
Hasta el tercer lugar de prioridad para abastecer a la red eléctrica estarían las plantas que producen energía eólica y solar, donde en su mayoría las empresas generadoras son privadas.
Y por último, también las plantas de privados, aunque con tecnología de ciclo combinado, con gas natural y vapor.
“La modificación del criterio de despacho relega a generadores limpios y competitivos a favor de plantas de generación tradicionales”, criticó el investigador del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) Joel Tonatiuh Vázquez Pérez.
“Dado que la energía de los primeros es más barata y limpia, esto implicaría mayores costos de energía para CFE suministrador, al igual que mayores emisiones de Gases de efecto invernadero producidas por el sector eléctrico”.