¿Se acuerda del impuesto al comercio digital que se intentó aprobar en el Estado de México y el que fracasó en la CDMX el año pasado? En ambas entidades se dieron cuenta de que a todas luces, fue una terrible idea. El Congreso del Estado de México liderados por los diputados de Morena se dieron cuenta a tiempo y lo vetaron. En la Ciudad de México su implementación implicó un costo político enorme para el gobierno de Claudia Sheinbaum y debido a su carácter inconstitucional ha sido derrotado en tribunales por lo que no recaudó absolutamente nada.
Ahora es Quintana Roo donde Rodrigo Alcazar, titular del Instituto de Movilidad, y José María Chacón, Presidente de la Comisión de Movilidad, intentan aprobar un impuesto del 2% a cada pedido realizado por medio de la plataforma. De acuerdo a la Asociación Mexicana de Internet este tipo de tributos castigan de manera particular a las pequeñas y medianas empresas que necesitan promocionar sus productos para incrementar sus ventas. Además, perjudica a los miles de repartidores que se dedican a esta actividad.
Es por ello que tanto en el Estado de México como en la Ciudad de México este impuesto contó con la firme oposición de la industria restaurantera y de repartidores que se manifestaron en contra la aprobación de éste, ¿Estará al tanto Mara Lezama, la flamante Gobernadora de Quintana Roo, de lo que está haciendo su Instituto de Movilidad? ¿Querrá empezar con el pie izquierdo su sexenio castigando a las pequeñas y medianas empresas del estado y atacando a los repartidores, mientras daña el desarrollo de la economía digital? Tome nota.
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