El cardenal Czerny recuerda la llamada del Pontífice a vivir la oración y el ayuno por la mejora del mundo. La guerra en Ucrania y el terremoto en Siria y Turquía como testimonio del peligro de destrucción del hombre y de la creación.
Cuaresma y belleza fueron correlacionadas por el Papa Francisco en el mensaje de este año. Una conexión poco frecuente, subrayada por el Pontífice con el episodio de la Transfiguración de Cristo en el monte Tabor. Por un lado, el Señor irradiando su luz sugiere cómo la belleza procede del cambio, del esfuerzo de reformularse y, por tanto, de la conversión, mientras que la presencia de los apóstoles Pedro, Santiago y Juan revela que la belleza es una experiencia colectiva, íntima, pero no privada y, por tanto, en el lenguaje de la Iglesia, una experiencia sinodal. Así lo afirmó el cardenal Micheal Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, que presentó esta mañana el mensaje del Papa en la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
Caridad y desarrollo humano
La exhortación de Francisco, continua, es vivir la oración y el ayuno para mejorar el mundo. Es una llamada a la caridad y al desarrollo humano integral, en un mundo en el que debemos preguntarnos si no es nuestra indiferencia la que hace más duro el camino de quienes viven la vida como una “subida demasiado empinada”. La tarea de la Iglesia, recuerda Czerny, es, de hecho, “ayudar a eliminar los obstáculos y las cargas que impiden el desarrollo humano, la vida en abundancia”. En este sentido, “la situación tras la pandemia sigue siendo incierta, la guerra en Ucrania no parece llegar a su fin”, y es sólo una entre decenas de otras, quizá la que revela más claramente hasta qué punto el mundo entero está expuesto al peligro de la destrucción”, subrayó el cardenal, recordando también que “el devastador terremoto en Turquía y Siria nos recuerda las numerosas catástrofes naturales de una creación que parece gritar, que gime y sufre”.
Ayuda de ACN a las víctimas del terremoto en Siria y Turquía
La atención a quienes sufren estas tragedias fue testimoniada por Sandra Sarti, presidenta de Ayuda a la Iglesia Necesitada, que desarrolla cinco mil proyectos en casi 140 países de todo el mundo y está implicada en la protección de la libertad de los cristianos en el mundo, amenazada en 26 naciones y que afecta a 416 millones de personas. “El compromiso de ACN con Turquía y Siria fue inmediatamente muy fuerte”, explica Sarti. Especialmente en Siria, gracias al contacto con las Iglesias locales, ya se ha recaudado más de medio millón de euros, no sólo en bienes de emergencia, como agua, alimentos, leche y material de higiene personal, sino también creando un equipo de ingenieros para ayudar a la población local en la reconstrucción.
Caminando juntos hacia la cumbre
En el mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma, por tanto, hay un fuerte paralelismo entre la ascesis en el Tabor y el excursionismo en la montaña, “un camino cuesta arriba que requiere esfuerzo, sacrificio y concentración”, pero que al final sorprende por el panorama que se abre y recompensa por su maravilla. “La montaña nos habla también de nuestra sed de Dios”, reitera don Walter Magnoni, responsable de la comunidad pastoral Madonna di Lourdes de Lecco y profesor de Ética Social en la Facultad de Economía de la Universidad Católica del Sacro Cuore de Milán. Don Magnoni ha instituido en su comunidad el “domingo en la montaña”, durante el cual los fieles, después de la misa, literalmente “caminan juntos” hasta la cumbre, comparten una comida y leen juntos el Sermón de la Montaña.
La campaña del Dicasterio para el Desarrollo Humano para la Cuaresma 2023
“Con Él en el monte. Ascesis cuaresmal, un camino sinodal” es también el nombre de la campaña para la Cuaresma 2023 del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. A partir del Miércoles de Ceniza y durante cada semana hasta Pascua, la página web y las redes sociales del Dicasterio presentarán una etapa de un itinerario ideal que combina una reflexión del mensaje del Papa con una etapa de la caminata por la montaña. Desde la preparación al camino seleccionando lo indispensable, pasando por caminar en grupo “cada uno a su propio ritmo”, hasta la importancia de “saberse ayudar en las dificultades” y la llegada a la cima con el “asombro por el panorama”.
