México y Estados Unidos de Norteamérica han mantenido una rivalidad histórica en todo terreno y en el béisbol comenzó hace más de un siglo.
Los de verde, blanco y rojo se adueñaron del Chase Field y con una cátedra de bateo superaron 11-5 al que parecía ser un monstruo de mil cabezas como era la novena de las Barras y las Estrellas.

Antes de iniciar el encuentro México ya ganaba, pero por la afición pues hicieron toda una fiesta al cantar el famoso Cielito Lindo.
Adentro del estadio, la novena azteca se preparaba para la hazaña, esa que se escribe pocas veces con letras de oro del lado nacional.
La primera entrada estuvo cargada de emociones para el lado mexicano. Joey Meneses puso la pelota en la tribuna y se llevó por delante a Randy Arozarena para registrar las primeras dos carreras del juego.
Patrick Sandoval lució en cada uno de sus pitcheos y solo permitió una carrera estadounidense en la segunda entrada.
Arozarena, Meneses y Téllez fueron quienes comandaron a la ofensiva mexicana para una auténtica paliza de la novena tricolor.
En la cuarta entrada, el Cabajoey volvió a mandar la pelota para la calle, mientras que en el octavo rollo Rowdy puso la pelota sobre la línea del jardín izquierdo y llevó al plato dos carreras más.
Alan Trejo se unió a la fiesta de batazos para México en el octavo episodio y con un Rowdy Téllez inspirado llegó la décimo primera carrera mexicana.
México tendrá descanso el día de hoy y para mañana en el horario estelar estará enfrentando a Gran Bretaña.